La Libertad: el Santuario de Calipuy se prepara para renacer

En lo más alto de los Andes liberteños, donde las puyas Raimondi se elevan como centinelas milenarias y los guanacos cruzan silenciosos los valles, el Santuario Nacional de Calipuy se alista para un renacimiento.

El Gobierno Regional de La Libertad ha puesto en marcha un ambicioso plan de inversión para repotenciar esta área natural protegida, ubicada en la provincia de Santiago de Chuco, y convertirla en un destino emblemático del ecoturismo en el norte del país.

Bajo la gestión del gobernador César Acuña, la iniciativa forma parte de una IOARR (Inversión de Optimización, Ampliación Marginal, Reposición y Rehabilitación) impulsada por la Gerencia Regional de Cooperación Técnica. Actualmente se encuentra en fase de elaboración del expediente técnico, pero ya genera expectativas entre los actores del sector turístico, ambiental y comunitario.

La propuesta contempla una transformación integral del santuario. Entre las intervenciones previstas destacan la construcción de un moderno centro de interpretación, la remodelación de senderos ecológicos, la instalación de zonas de campamento y miradores, la adecuación de estacionamientos para visitantes, la creación de un parador turístico y la implementación de una propuesta museográfica que permita a los turistas conocer más sobre el ecosistema altoandino y la cultura local.

Para Elbert Zavaleta Zavaleta, biólogo y jefe del santuario, la iniciativa no solo rescatará un tesoro natural poco conocido, sino que será un motor de desarrollo para las comunidades vecinas. “No es tan concurrido como otras áreas protegidas que tienen un turismo desarrollado, pero estamos seguros que con esta intervención vamos a posicionarnos más. Actualmente proyectamos 900 visitas anuales, pero aspiramos a un incremento importante con esta inversión”, explica.

Calipuy alberga el rodal más extenso de puyas Raimondi del Perú. Esta planta, considerada una de las más extraordinarias del mundo, vive entre 40 y 100 años, florece una sola vez y antes de morir produce más de seis millones de semillas. Su rareza la ha convertido en un símbolo de resiliencia natural. Pero no es la única protagonista de este ecosistema: entre sus habitantes figuran el guanaco, el zorro andino, el venado, la comadreja, el puma y el emblemático oso de anteojos.

El santuario también ofrece un entorno privilegiado para actividades como caminatas, paseos a caballo, ciclismo de montaña, fotografía de naturaleza y expediciones científicas. Con la futura infraestructura, se espera ofrecer una experiencia más completa, educativa y sostenible, en línea con los estándares del turismo responsable.

El impacto del proyecto va más allá de lo ambiental. Zavaleta destaca el potencial de dinamizar la economía local mediante el turismo vivencial. “Las poblaciones van a ver una alternativa al ver llegar a más gente y no solamente al área protegida sino en sus caseríos mismos, poniendo en marcha el turismo vivencial; enseñándoles sus casas, las actividades que hacen y poder vender esa imagen de un pueblo tradicional de los Andes”, sostiene.

Desde su declaración como santuario nacional el 8 de enero de 1981, Calipuy ha sido un refugio para la biodiversidad y un patrimonio natural aún poco explorado. La nueva inversión del Gobierno Regional apunta a cambiar esa realidad, con una apuesta por la conservación activa y el desarrollo económico sostenible.

Se puede acceder al santuario por dos rutas: una a través de la provincia de Santiago de Chuco y otra cruzando las provincias de Chao y Virú. En ambas, el viajero encuentra no solo paisajes sobrecogedores, sino también comunidades dispuestas a compartir su identidad y costumbres.

About Author

Causa Justa

Destacadas

Artículos Relacionados