Moche: torturan y matan a balazos a un joven

La violencia que persiste en la región La Libertad ha vuelto a teñir de luto al distrito de Moche. En las primeras horas de la madrugada de hoy, el sector conocido como La Chanchería se convirtió en el escenario de un brutal asesinato. Víctor Abel Lezama Urbina, de 31 años, fue hallado sin vida, con el rostro desfigurado y múltiples impactos de bala que dejaron sin posibilidad de sobrevivir.

El trágico hecho fue reportado por los vecinos del lugar, quienes afirmaron haber escuchado varios disparos alrededor de las 3:00 a.m. Al amanecer, el cuerpo de Lezama Urbina fue encontrado sin signos vitales en plena vía pública, despertando la alarma y el temor en la comunidad. Según fuentes policiales, el cadáver presentaba evidentes señales de violencia extrema, lo que sugiere un ajuste de cuentas como posible móvil del crimen.

La Policía Nacional del Perú (PNP), junto con la Unidad de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri), se desplazó al lugar para realizar las primeras diligencias. Se presume que los atacantes abandonaron la escena rápidamente, dejando pocas pistas a simple vista. No obstante, las autoridades están trabajando para recabar testimonios de los residentes y revisar cámaras de seguridad de los alrededores.

La víctima, Víctor Abel Lezama Urbina, no era ajeno a los conflictos con la ley. Según registros policiales, contaba con antecedentes por tenencia ilegal de armas de fuego desde el año 2014, además de estar implicado en delitos relacionados con el tráfico ilícito de drogas (TID), conducción en estado de ebriedad y violencia familiar. Este historial ha llevado a los investigadores a barajar hipótesis que vinculan su asesinato con posibles represalias o disputas dentro del mundo delictivo.

La noticia de este nuevo asesinato ha generado consternación y temor entre los habitantes del sector La Chanchería. La percepción de inseguridad se ha intensificado en esta zona, que en los últimos años ha sido azotada por actos de violencia recurrentes. «Escuchamos los disparos y nos quedamos sin dormir. Esto ya es demasiado, no podemos vivir tranquilos», expresó uno de los vecinos, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

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Causa Justa

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