Manuel Scorza (Lima, 1928 – Madrid, 1983) no fue solo un novelista o poeta. Fue un testigo de su tiempo, un cronista de las injusticias más profundas del Perú, especialmente aquellas que marcaron la vida de los campesinos de la sierra central. Su literatura, atravesada por el compromiso político y la denuncia social, dio voz a los que nunca la tuvieron y convirtió la ficción en una herramienta de resistencia.

A más de cuatro décadas de su trágica muerte en un accidente aéreo, su obra no solo sigue vigente, sino que se revaloriza como patrimonio literario de lucha y memoria.
Poeta, novelista, editor y activista. Nació en Lima, pero vivió parte de su infancia en los Andes, lo que marcó profundamente su visión del Perú profundo. Fue militante del partido aprista en su juventud, y posteriormente del grupo guerrillero MIR. Su exilio en México y París no detuvo su voz. Desde allí escribió con furia y lirismo sobre las luchas sociales que marcaron a la región andina.

Murió el 27 de noviembre de 1983 en el trágico accidente del vuelo Avianca 011 en España, junto con otros intelectuales latinoamericanos. Su muerte prematura interrumpió una obra en plena madurez.
La serie «La guerra silenciosa» es sin duda la obra más ambiciosa y reconocida de Scorza. Publicada entre 1970 y 1985, es una crónica novelada del levantamiento campesino contra los abusos de los hacendados y empresas mineras en los Andes peruanos, particularmente en la región de Cerro de Pasco y La Oroya, entre 1950 y 1962.

Otra de sus obras es Redoble por Rancas (1970) que narra la comunidad de Rancas, en la sierra central, que lucha contra la expropiación de sus tierras por parte de la empresa Cerro de Pasco Corporation. Liderados por el mítico Revolucionario Túpac Amaru, los campesinos se enfrentan a un sistema opresor respaldado por el Estado.
En tanto, Historia de Garabombo el Invisible (1972) pone en esceranrio a Garabombo, personaje invisible para el sistema, representa la invisibilización del campesino. Una vez que toma conciencia de su «invisibilidad social», se convierte en símbolo de rebelión.
Otra de sus obras El Jinete Insomne (1977) narra la vida de Hilario Córdova, un mensajero de los Andes, que viaja por pueblos dispersos llevando noticias de rebelión. Es un texto profundamente poético, que representa el despertar social como una fiebre que se transmite de boca en boca. Lo mismo ocurre con Cantar de Agapito Robles (1977): Agapito Robles, otro líder mítico, encarna el canto de la tierra rebelde. La novela entrelaza lo mágico y lo político para narrar su historia como una leyenda en movimiento.
Por último tenemos La Tumba del Relámpago (1979) que es la culminación de la saga. Relata la represión violenta del Estado peruano contra los líderes campesinos, muchos de los cuales son asesinados. Es una novela sombría y poderosa.

Manuel Scorza desarrolló un estilo que fusiona el realismo mágico con la denuncia política directa. Su prosa está cargada de imágenes poéticas, giros andinos y referencias a la cosmovisión quechua, lo cual la convierte en un aporte singular al boom latinoamericano.
Su obra fue traducida a más de 20 idiomas, y recibió el reconocimiento de autores como Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Scorza fue perseguido, censurado y exiliado. Pero nunca dejó de escribir. Desde México fundó el sello «Ediciones El Caballo Rojo», una trinchera cultural para difundir literatura comprometida. Su obra plantea una pregunta vigente: ¿puede la literatura cambiar el mundo? Para Scorza, la respuesta era un rotundo sí.

