La violencia no da tregua en la provincia de Virú, donde en los últimos meses se ha registrado un preocupante aumento en los atentados con explosivos. La noche del 15 de marzo, una fuerte detonación alarmó a los vecinos del Centro Poblado Nuevo Chao, cuando un artefacto explosivo estalló en la puerta de la vivienda de Y.A.M., ubicada en la avenida Las Flores.
La explosión ocurrió aproximadamente a las 21:00 horas, causando daños en la puerta de la casa y en la vereda del inmueble. De inmediato, la Policía Nacional del Perú (PNP) se trasladó al lugar para realizar las primeras diligencias. Sin embargo, la propietaria del domicilio aseguró no haber recibido amenazas ni mensajes extorsivos previos, y optó por no presentar una denuncia formal.
El caso ha sido reportado a la Representación del Ministerio Público, y las autoridades han iniciado una investigación para determinar si se trata de un acto de intimidación, una extorsión o un ataque con otro móvil.
El aumento de atentados con explosivos en Chao y otros distritos de la región responde a un patrón preocupante: la mayoría de las víctimas optan por no denunciar. Según fuentes policiales, muchas personas prefieren el silencio por temor a represalias o por la falta de confianza en el sistema de justicia.
«Es común que las víctimas de estos atentados no presenten denuncias porque creen que hacerlo solo traerá más problemas. Muchos han visto cómo, en otros casos, quienes denuncian terminan siendo aún más acosados por los extorsionadores», señaló un oficial de la PNP que participa en la investigación.
Los casos de explosivos en viviendas, negocios y colegios han ido en aumento en la región de La Libertad, donde bandas criminales buscan infundir miedo y obligar a sus víctimas a pagar “cupos”. En muchos casos, las amenazas comienzan con mensajes o llamadas, pero cuando las víctimas no acceden a los pedidos, los criminales escalan la violencia con explosivos o ataques armados.
