Una desgarradora tragedia sacude a las comunidades de Cutervo y Piura tras el hallazgo de los cuerpos de cuatro jóvenes, naturales de esta zona, en el interior de un socavón minero en Pataz. Después de una semana de búsqueda incansable, el desenlace ha dejado a las familias sumidas en el dolor y la consternación.
El 29 de diciembre, aproximadamente a las 1 de la tarde, personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) fue alertado durante un patrullaje preventivo en el anexo de Pueblo Nuevo sobre la posible ubicación de cuerpos en el interior de la mina “Karina Alva Calvo”. Al llegar al lugar, los agentes, junto con trabajadores de la mina, localizaron un hoyo de 15 metros de profundidad de donde emanaba un fuerte olor fétido.
Tras retirar el desmonte que cubría la cavidad, encontraron los cuerpos de cuatro jóvenes en avanzado estado de descomposición. Uno de ellos se encontraba sin extremidades, lo que acentúa la tragedia de este caso. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Trujillo para su plena identificación y las diligencias correspondientes.
Horas después del hallazgo, se confirmó que tres de los fallecidos eran oriundos de la provincia de Cutervo (Cajamarca): Agustín Cubas Leiva, José Yorbil Castillo Castro y Levy Castro Fernández. El cuarto cuerpo pertenecía a Luis Miguel Ambulay Pasapera, de la región Piura. Este hecho ha dejado enlutadas a ambas regiones, donde familiares y amigos esperaban ansiosamente noticias de sus seres queridos.
Las actividades mineras en Pataz, muchas de ellas llevadas a cabo en condiciones de informalidad, vuelven a estar en el ojo de la tormenta tras esta tragedia. La falta de supervisión adecuada y medidas de seguridad en las labores extractivas son un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan los trabajadores que buscan sustento en estos lugares.
Las circunstancias exactas de la muerte de estos jóvenes aún son objeto de investigación. Las autoridades han indicado que profundizarán en el caso para esclarecer cómo y por qué ocurrieron estos decesos.
