Escribe: Omar de Lama Dioses (abogado)
Los lamentables hechos ocurridos hoy en Pataz nos llaman a la necesidad de un estado de sitio porque el crimen organizado le viene ganando a la ley. Para nadie es un secreto que existen grandes intereses por desinformar a la ciudadanía y deslegitimar a los verdaderos mineros informales confundiéndoles -deliberadamente- con mineros ilegales. Esto no solo lo digo yo, sino prestigiosos colegas que no tenemos comprada nuestra conciencia, por ejemplo el Dr. Humberto Abanto Verástegui.
Por otro lado, las organizaciones criminales que migraron en los años 2014 en adelante luego de que personas mal intencionadas trataron de hacer uso de estos mecanismos para luchar contra el rival, sin darse cuenta que los criminales terminarían haciendo de las suyas y antes de dar «seguridad» se convirtieron en quienes querían trabajar las labores tanto así que existen prontuariados delincuentes que incluso tienen Reinfo, mientras que otros personajillos han tomado por hacer alianzas con estos malhechores.
A esto le debemos sumas la existencia del uso ilegal de algunos funcionarios que brindan seguridad privada con armas del estado, si creo que es obvio a quien me refiero.
Todo esto lleva a la necesidad de:
1. Imponer un estado de sitio para que cesen las matanzas.
2. Exigir que exista un verdadero registro de mineros artesanales en dichos lugares, no solo una declaración, sino que los funcionarios constaten in situ la existencia de labores.
3. Exigir que las empresas no den contrato de explotación minera a quienes acceden a sus pretensiones – imposiciones. Si la empresa no da el contrato, debe ser el Estado el que evalúe el motivo de este no acuerdo y dar una decisión final en un arbitraje empresa – minero informal.
4. Mi querido Colegio de Abogados de La Libertad pongámonos a trabajar realmente y ser vigilantes del comportamiento de los funcionarios en este caso
No queremos más muertes, imploramos que esto cese y que La Libertad siga siendo aquella ciudad señorial de la que millones la amamos por haber nacido allí o por habernos acogido con amor.