Policía que desató pánico al disparar fuera de restaurante tiene antecedentes

El suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), Miguel Ángel Neyra Reynoso, ha vuelto a estar en el ojo del huracán tras protagonizar un incidente que sembró el pánico en la urbanización La Encalada, en Trujillo.

Este hecho, que ha causado alarma entre los vecinos, ocurrió cuando el policía, en estado de ebriedad, disparó su arma de fuego en las afueras de la cevichería «Cola de Pez», ubicada en la calle Las Orquídeas, sector La Encalada del Golf.

Según reportes oficiales de la Policía, Neyra Reynoso fue intervenido por personal policial luego de que varios testigos señalaran que fue él quien realizó los disparos que alteraron la tranquilidad del vecindario. Tras recibir una llamada de alerta, las unidades móviles de la PNP se desplazaron rápidamente al lugar del incidente, donde encontraron a Neyra Reynoso aún con su pistola en mano.

El suboficial, quien trabaja en la unidad de Emergencia Centro y se encontraba de franco ese día, fue identificado portando una pistola marca Taurus, color arena, calibre 9mm Parabellum, con dos municiones en su cargador. Neyra alegó que realizó los disparos al aire para «salvaguardar su integridad física», afirmando que había sido agredido por un grupo de personas afuera de la cevichería. Sin embargo, lo que llamó la atención de los agentes es que Neyra presentaba visibles síntomas de haber ingerido bebidas alcohólicas, lo cual es un agravante en la situación. Posteriormente, fue trasladado a la comisaría de Buenos Aires para las diligencias correspondientes.

Antecedentes

Este no es el primer incidente en el que Miguel Ángel Neyra Reynoso está involucrado. En enero de 2023, el suboficial fue detenido tras haber sido denunciado por ciudadanos venezolanos por presuntamente solicitarles una coima de 60 soles a cambio de pasar por alto una infracción de tránsito.

Según la denuncia, los jóvenes no portaban la licencia de conducir ni el Seguro Obligatorio Contra Accidentes de Tránsito (SOAT) cuando fueron intervenidos por Neyra en la avenida Federico Villarreal. A cambio de no multarlos, el policía les habría exigido dinero, incurriendo en el delito de cohecho pasivo.

La detención de Neyra en ese momento dejó una mancha en su historial como efectivo policial, y su implicación en este reciente incidente no hace más que aumentar las dudas sobre su capacidad para ejercer correctamente su función. En ambos casos, la actuación de Neyra parece contradecir los principios que deben regir la conducta de los servidores públicos encargados de proteger y servir a la comunidad.

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Causa Justa

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