Un ambiente de terror se apoderó de la tranquilidad habitual de los campos de la empresa Agro Casa Grande S.A.C., en la madrugada del viernes, cuando un grupo de aproximadamente 15 delincuentes armados irrumpió en las instalaciones del campo Pancal, en la provincia de Ascope, en La Libertad.
El asalto, que comenzó alrededor de la 1:00 a.m., no solo dejó pérdidas materiales, sino también una profunda sensación de vulnerabilidad entre los trabajadores que fueron víctimas directas del violento robo.
La oscuridad de la noche sirvió como telón perfecto para la ejecución de este audaz golpe. Según Walter Asmad Paredes, supervisor de seguridad patrimonial de la empresa, quien habló con personal de la Policía Nacional del Perú (PNP), los delincuentes, en su mayoría portando armas de fuego, lograron acceder a las oficinas y almacenes de la empresa con suma facilidad. Su plan parecía bien organizado: no hubo disparos, pero las amenazas fueron suficientes para someter a los empleados.
Los trabajadores, sorprendidos por la rapidez de la operación, fueron encerrados en un contenedor que funcionaba como almacén de servicios agrícolas, una maniobra destinada a neutralizar cualquier intento de resistencia o llamado de auxilio. Bajo intimidación, los criminales despojaron a los empleados de sus pertenencias personales, dejándolos impotentes frente al saqueo masivo que estaba en marcha.
El robo no se limitó a objetos pequeños o dinero en efectivo. Los delincuentes, conscientes de la presencia de equipos de alto valor, sustrajeron una serie de bienes electrónicos, entre los cuales destacaban una laptop marca Dell de color negro, una laptop HP gris y un televisor de 60 pulgadas marca Samsung.
Sin embargo, el robo más audaz fue el de una camioneta Maxus de color negro, con placa TDT-914, que los delincuentes utilizaron para cargar los objetos sustraídos y emprender la fuga. El vehículo, propiedad de Agro Casa Grande S.A.C., fue el medio que los ladrones eligieron para desaparecer rápidamente del lugar con todo el botín.