Trujillo se encuentra sumido en una situación preocupante. A mitad de año, la ciudad aún no ve avances en materia de obras y su alcalde, César Arturo Fernández, ha sido sentenciado en segunda instancia por difamación. Ante esta situación, los regidores han decidido tomar acción y pedir adelantar la sesión para vacarlo del cargo.
A pesar de que el alcalde ha dilatado el proceso y ha programado la sesión para el 31 de julio, los concejales consideran que no pueden permitirse perder más tiempo y desean llevar a cabo la votación lo antes posible.
«Al no haber presentado el recurso de casación, podemos proceder directamente a la vacancia. Con una copia certificada de la sentencia, podríamos convocar a una nueva Sesión Extraordinaria en los próximos días para la votación. Necesitamos que el Poder Judicial nos notifique», comentó el regidor Jorge Vásquez en una entrevista para N60.
Los regidores se cuestionan por qué esperar hasta la fecha designada por el alcalde, si ya poseen una sentencia certificada. Consideran que es posible solicitar una sesión extraordinaria, incluso si el alcalde decide no asistir.
Esta situación pone de manifiesto la urgencia de tomar medidas para asegurar la adecuada gobernabilidad de Trujillo y garantizar que las decisiones se tomen en beneficio de los ciudadanos. La ciudadanía espera ver avances y acciones concretas que mejoren su calidad de vida, y los regidores están dispuestos a hacer lo necesario para lograrlo. La sesión para decidir el futuro del alcalde Fernández se acerca, y es un momento clave para el destino de Trujillo.