Una banda delincuencial generó alarma en la madrugada del 19 de diciembre al detonar explosivos en la agencia bancaria Scotiabank, ubicada en la intersección de los jirones Pizarro y Junín, en pleno Centro Histórico de Trujillo.
A pesar de la magnitud del ataque, los delincuentes lograron llevarse una suma relativamente baja, estimada en apenas 3,000 soles, según la Policía.
El ataque
El robo ocurrió alrededor de las 4:00 a. m., cuando los delincuentes utilizaron explosivos para abrir la puerta principal de la agencia bancaria. Según el jefe de la División contra el Crimen Organizado de Trujillo, coronel PNP Víctor Revoredo, los atacantes no realizaron un forado en las instalaciones, sino que detonaron los explosivos únicamente para acceder al interior del local.
Revoredo descartó que se trate de una organización criminal sofisticada, calificando a los perpetradores como “delincuentes de rapiña”. En declaraciones a la prensa, señaló: “No hay que tener miedo. No es un grupo organizado, simplemente se aprovechó de la falta de vigilancia en la zona”.
Fallas en la seguridad
El incidente ha puesto en evidencia serias deficiencias en la seguridad del Centro Histórico de Trujillo, especialmente durante la temporada navideña. La falta de agentes policiales en una zona céntrica y cercana a comisarías ha generado cuestionamientos sobre la capacidad de respuesta de las fuerzas del orden.
La ausencia de patrullaje y el incumplimiento de estrategias preventivas son preocupantes, considerando que Trujillo se encuentra en Estado de Emergencia, y la seguridad debería ser prioritaria en estas fechas de alta actividad comercial.
El ataque ha generado preocupación entre los residentes y comerciantes de la zona, quienes demandan un refuerzo inmediato en la vigilancia policial. Además, se cuestiona la efectividad de las cámaras de videovigilancia instaladas en el Centro Histórico, que deberían haber facilitado la identificación y captura de los responsables.
La Policía Nacional ha iniciado las investigaciones para identificar a los responsables del ataque y determinar si están relacionados con otros actos delictivos en la región. Aunque el monto robado fue mínimo, el uso de explosivos representa un nivel de violencia preocupante, que exige una respuesta contundente por parte de las autoridades.
