En pleno corazón de Trujillo, un nuevo episodio de inseguridad ciudadana ha generado alarma entre los vecinos. Esta vez, el escenario fue el restaurante “Delicias del Norte Fuente Soda”, ubicado en la intersección del pasaje San Agustín y el jirón Ayacucho, donde se reportó un presunto asalto y robo a mano armada.
El hecho ocurrió alrededor de las 5:16 p.m. del sábado, cuando un hombre con un gorro (chullo) y una mascarilla cubriéndole el rostro fue visto saliendo del local mientras sostenía un arma de fuego. Según testigos, el sujeto salió corriendo hacia la avenida España, donde una motocicleta lo esperaba, facilitando su rápida huida.
El personal policial llegó al lugar justo a tiempo para presenciar al sospechoso salir del restaurante en actitud sospechosa. A pesar de una persecución a corta distancia, el escape fue efectivo gracias a la intervención del vehículo menor, una moto lineal que apareció repentinamente y permitió la fuga. Este detalle evidencia un planeamiento premeditado, típico de las bandas que operan bajo la modalidad de «marcas», utilizando vehículos para garantizar su escape tras el robo.
Lo curioso del caso es que, a pesar del despliegue policial y los esfuerzos por identificar a posibles agraviados, no se obtuvo información sobre víctimas o el objeto del robo. Esto podría sugerir que los afectados, por temor a represalias, no quisieron brindar declaraciones en el momento, o que el delincuente se retiró antes de cometer el atraco planeado.
La motocicleta utilizada por el sospechoso es un elemento recurrente en casos de este tipo, dado que estos vehículos permiten maniobrar fácilmente por calles congestionadas y alejarse del lugar en cuestión de segundos. La coordinación entre el sujeto que ingresó al restaurante y su cómplice resalta la sofisticación con la que operan muchas de estas organizaciones delictivas en Trujillo.