Una nueva arremetida del Estado contra el crimen organizado sacudió la provincia de Pataz el último miércoles. En un operativo conjunto entre la Policía Nacional del Perú y el Ejército, denominado “Apocalipsis 2”, fueron capturados ocho presuntos integrantes de la banda criminal “Los sicarios de Cuchillo” que, según la Policía, están implicados en el brutal asesinato de 13 trabajadores de seguridad en un socavón minero, crimen que estremeció al país.
La acción se desarrolló entre las 11:00 a.m. y la 1:30 p.m. en el campamento minero “Galindo”, situado en el anexo Pueblo Nuevo del distrito de Pataz, una zona enclavada en los Andes liberteños y considerada un enclave estratégico para la minería ilegal.
Los detenidos, todos varones de entre 21 y 35 años, fueron identificados como: Ever Wilder Yapapasca Aguilar (28), alias “Chimbotano”, Cosme Eloy Cubas Pérez (26), alias “Tapullima” o “Marino”, Elías David Siccha Blas (35), alias “Cojo Aquiles”, Erick Stiffe Estrada Solano (29), alias “Chamaco”, Jeferson Medina Muñoz (29), alias “Gato”, Luis Carlos Celis Mori (29), alias “Charapo”, Leyser David Islado Saavedra (21) y Carlos Eduardo Valle de la Cruz (30)
Según fuentes policiales, los sujetos fueron hallados en posesión de armamento, municiones, explosivos y equipos de comunicación, lo que refuerza la hipótesis de que se encontraban activos en la planificación de nuevos atentados. Una fuente humana codificada los vincula directamente con la masacre perpetrada semanas atrás, en la que los trabajadores de la empresa R&R fueron secuestrados, torturados y ejecutados, según la Policía.
El despliegue fue dirigido por el Comando Unificado de Pataz, con participación de unidades élite como la Dirección de Operaciones Especiales (DIROPESP), la División de Requisitorias de La Libertad y el Grupo Especial GRECCO, además de personal del Ejército del Perú.
En una segunda fase del operativo, se intervino a otras siete personas para control de identidad. Estas fueron plenamente identificadas y, al no encontrarse objetos ilícitos en su poder, quedaron en libertad bajo vigilancia.
La operación cobra relevancia en el marco de la detención previa en Colombia de Miguel Rodríguez Díaz, alias “Cuchillo”, cabecilla de la organización y presunto autor intelectual de la matanza. Rodríguez Díaz permanece bajo prisión preventiva por 36 meses y enfrenta un inminente proceso de extradición hacia el Perú.
Desde su captura, las autoridades han acelerado la desarticulación de su red criminal, que operaba bajo el manto de la minería ilegal, la extorsión, y el sicariato, con un alto grado de violencia y control territorial en zonas de difícil acceso.

