El Ministerio Público, en coordinación con la Policía Nacional del Perú ejecutó un operativo con el objetivo de detener a tres individuos acusados de extorsión agravada. Este golpe a la criminalidad ha puesto en evidencia la constante lucha de las autoridades por desmantelar las redes de extorsionadores que amenazan a la sociedad.
El operativo, solicitado por la fiscal adjunta Giuliana Gutiérrez Meléndez ante el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria, incluyó una serie de medidas restrictivas. Entre ellas, se autorizó la detención preliminar judicial, allanamiento de bienes inmuebles, descerraje, registro personal e incautación de documentación, bienes y objetos relacionados con el caso.
Las acciones estaban dirigidas contra Federico Alejandro Gómez Sánchez, Osmar Miler Cruz García y Ana Isabel Tortorel Quiroz, quienes fueron detenidos en sus respectivos domicilios en Florencia de Mora y Huanchaco, mientras que Cruz García fue detenido en un inmueble diferente al señalado inicialmente en la resolución judicial.
El equipo operativo estuvo conformado por las fiscales Carmen García Lecca y Elia Vilca Julca, junto con el personal especializado en Secuestro y Extorsiones de la DIVINCRI. Gracias a su intervención coordinada, se logró la captura de los tres sospechosos sin incidentes mayores, asegurando también la recolección de pruebas cruciales para la investigación en curso.
Las investigaciones preliminares revelaron que Gómez Sánchez y Cruz García eran los encargados de enviar los mensajes extorsivos, mientras que Tortorel Quiroz gestionaba las cuentas bancarias y aplicaciones donde se efectuaban los depósitos de las víctimas. La constante amenaza que representaban los mensajes extorsivos se intensificó en los últimos días con disparos frente al domicilio de los agraviados, lo cual quedó registrado en un video que ahora forma parte de la carpeta fiscal.
Este operativo es una muestra del compromiso de las autoridades para combatir la extorsión y proteger a los ciudadanos. Las víctimas, una familia dedicada al comercio, habían vivido bajo una constante presión y temor por las amenazas recibidas. La captura de los presuntos extorsionadores trae un respiro de alivio y esperanza para ellos y otras potenciales víctimas de estas redes criminales.