Un nuevo episodio de extorsión sacudió la tranquilidad de la calle Portugal, en el distrito de El Porvenir, cuando sujetos desconocidos detonaron un artefacto explosivo en el segundo piso de una vivienda, causando destrozos materiales y pánico entre los vecinos. Este hecho, ocurrido alrededor de la medianoche, dejó en evidencia la creciente inseguridad que aqueja a la zona.
El impacto de la explosión fue tal que destruyó los vidrios de cuatro ventanas y una puerta del inmueble afectado, generando alarma no solo en los residentes de la vivienda, sino también en los vecinos colindantes.
«Escuchamos un estruendo tremendo. Todos salimos a nuestras ventanas, pero por miedo no nos atrevimos a salir a la calle», comentó un testigo que prefirió mantener el anonimato.
Pese al pánico generado, los residentes de la calle Portugal tuvieron que esperar aproximadamente media hora para que las autoridades policiales llegaran al lugar y tomaran conocimiento de lo sucedido. «Es indignante que en situaciones de este tipo no tengamos una respuesta inmediata. Mientras tanto, estamos a merced de estos criminales», señaló otro vecino visiblemente molesto.
Las autoridades, tras inspeccionar la escena, confirmaron que se trataba de un ataque extorsivo, una modalidad delictiva que se ha vuelto recurrente en la región. Según fuentes policiales, el artefacto explosivo pudo haber sido lanzado como advertencia para exigir algún tipo de pago económico al propietario del inmueble afectado.
El propietario, cuya identidad no fue revelada por motivos de seguridad, negó haber recibido amenazas previas, aunque las autoridades no descartan que el ataque pueda estar relacionado con presiones extorsivas vinculadas a actividades comerciales en la zona. Los agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri) ya iniciaron las investigaciones para identificar a los responsables de este acto delictivo.
El Porvenir, conocido por ser una de las zonas más afectadas por actos de extorsión en Trujillo, sigue enfrentando un incremento preocupante de incidentes similares. Según estadísticas recientes, el distrito registra al menos un caso de extorsión o ataque relacionado cada semana. Los delincuentes recurren a explosivos y amenazas como principales herramientas de intimidación, sembrando el terror en comerciantes y residentes.
«No es la primera vez que pasa algo así en esta calle. Hace unos meses, un negocio cercano también fue atacado con explosivos», recordó un vecino. Este tipo de ataques no solo pone en riesgo la seguridad de los afectados, sino que también genera un clima de desconfianza y temor en toda la comunidad.
