La escultura erótica colocada en el interior del Palacio Municipal de Trujillo y que generó polémica y controversia, fue trasladado al paseo peatonal del sector Santa Rosa del distrito de Moche, por orden del alcalde Arturo Fernández Bazán, pero allí solo permaneció unas horas, pues personal de la municipalidad distrital lo retiraron a no contar con autorización del burgomaestre distrital Roger Chávez.
Fernández Bazán nunca pensó que la escultura de fibra de vidrio y color crema que le obsequiaron, no sería recibida y tendría que ser trasladarla a otro lugar, que hasta el momento se desconoce.
La instalación del falo generó una serie de cuestionamientos; sin embargo, el alcalde Arturo Fernández indicó que la escultura fue un regalo que recibió de un empresario de Lima y lo colocó a la entrada de la municipalidad para que la gente lo vea y averigüe su significado.