Los hermanos Josué Oliver y Juan Manuel Blas Lezama, más conocidos como “Gato Cote” y Juancho”, respectivamente, eran los hombres que movía el terror que se vive detrás de la extracción del oro en la provincia de Pataz, de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado de La Libertad y los agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac-Lima), que esta semana dio un golpe a la organización criminal “La Gran alianza”, que supuestamente ambos dirigían.
De acuerdo a las investigaciones, este grupo criminal desde el 2020 que venían operando acumuló más de 80 millones de soles en activos, producto de sus actividades ilícitas que consistían principalmente en invadir socavones y robar oro a la empresa minera Poderosa que opera en la provincia de Pataz.
A Juancho se lo capturó tras allanar su departamento, ubicado en la calle Francisco Solano N° 0313 de la primera etapa de la urbanización San Andrés, donde recientemente se había mudado. Los agentes no lo hallaron en el interior de su departamento, el mismo que tenía puertas de acero, las mismas que tuvieron que ser violentadas por la PNP para poder ingresar. “Juancho” en su afán de huir había subido hasta la azotea y había ingresado al departamento de un edificio aledaño, donde finalmente fue capturado.
Juancho es imputado de ser un socio potencial en la organización criminal, siendo su rol principal el de administrar los fondos obtenidos de la actividad ilícita, adquirir explosivos y contratar a “parqueros” para robar el mineral en Pataz
REFUGIADO EN ECUADOR Y AMANTE DE LOS PERROS
A Gato Cote lo buscaron en su vivienda, ubicada en la calle José Dolores N° 328-332 de la urbanización Santa María, pero no encontraron sus rastros. De acuerdo a las investigaciones, Josue Blas Lezama hace unos meses se refugió en Ecuador.
De acuerdo a las imputaciones, “Gato Cote” era el cabecilla de la organización criminal y se encargaba de organizar, controlar, coordinar, supervisar y ejecutar los actos criminales en Pataz, en el hurto y robo de minerales de las concesiones mineras formales, en proceso de formalización y de la compañía minera Poderosa.
Según las pesquisas, Gato Cote manejaba todo un ejército criminal, conformado por los llamados “parqueros”, que eran los encargados de ingresar a los socavones para sustraer el mineral, y grupos armados con pistolas y fusiles R-15 para enfrentarse a persona de seguridad de las concesiones mineras formales, en proceso de formalización y de la compañía minera Poderosa.
Gato Cote, según las investigaciones fiscales y policiales, con el dinero que manejaba, se dio el lujo de contratar a los sicarios más sanguinarios de Trujillo e incluso traerlos desde el extranjero, donde estaban refugiados, pagándoles todo.
Blas Lezama estaba lleno de lujos, con viajes al extranjero, camionetas y propiedades, siendo su principal afición la crianza de perros de raza, participando en concurso, incluso alrededor del mundo.
“La Gran Alianza” usaba un sticker con la figura de un león de color blanco, teniendo como base las letras L.G.A., haciendo alusión a la alianza formada por “Gato Cote” y el alias “Chicho”.
