Más de 70 pescadores artesanales y sus familias en Huanchaco enfrentan una crisis tras el desborde de las lagunas de oxidación, que ha destruido cientos de totorales, esenciales para la fabricación de los caballitos de totora, herramienta clave para su labor.
Jaime Arroyo Ucañán, uno de los afectados, denunció que este problema persiste desde hace más de seis años sin una solución definitiva. “Cada vez que esto ocurre, perdemos nuestro sustento y nadie nos da una respuesta. Necesitamos soluciones reales”, expresó.
Además del impacto económico, el derrame de aguas contaminadas pone en riesgo el ecosistema local. Ante esta situación, los pescadores hacen un llamado urgente al Ministerio de Cultura y al Gobierno Regional de La Libertad para recibir apoyo y evitar que la pesca artesanal en la zona desaparezca.