En la provincia de Pacasmayo, un esfuerzo conjunto liderado por el Gobierno Regional de La Libertad ha dado frutos significativos para la agricultura local. La culminación de los trabajos de limpieza y descolmatación de 14 qochas en el sector Pampa La Cebruna, distrito de San José, marca un hito en el manejo de recursos hídricos en la región.
Estas estructuras, diseñadas para almacenar más de 57 mil metros cúbicos de agua, prometen un impacto positivo en 147 hectáreas de cultivos clave como arroz, espárragos y alfalfa, beneficiando directamente a las familias agricultoras de la zona.
La intervención incluyó labores técnicas como el perfilado, la conformación de caras y la construcción de coronas, además de sistemas de toma de ingreso y cajas de descarga. Según el Ing. Miguel Ángel Castillo Sánchez, supervisor del Proyecto Costa, estos trabajos reflejan el compromiso del gobernador César Acuña y el gerente regional de Agricultura, Miguel Chávez, de mejorar las condiciones para los agricultores locales. Para los beneficiarios, esta mejora en la infraestructura hídrica representa no solo un alivio, sino una oportunidad para incrementar la productividad y asegurar el acceso al agua en épocas críticas.
Marcial Mendoza Correa, uno de los agricultores beneficiados, expresó su satisfacción al ver que, después de años de espera, el gobierno regional finalmente priorizó su sector. “Estas qochas nos ayudarán a regar más hectáreas y mejorar nuestra producción. Ahora podemos pensar en tener mejores cosechas tanto para la venta como para el consumo familiar”, comentó con entusiasmo.
Los trabajos no terminan ahí. La Gerencia Regional de Agricultura avanza con la construcción de reservorios diseñados para almacenar aún más agua. De las 17 estructuras planificadas, 10 ya están listas, incluyendo reservorios tipo R10 con una capacidad de casi 10 mil metros cúbicos de agua cada uno. Estas imponentes construcciones, junto con otros modelos como los tipo R9, R6 y R3, están cambiando el panorama agrícola de Pacasmayo.
Para agricultores como Edgar Mejía Vásquez, tener acceso a un reservorio de gran capacidad ha sido un sueño hecho realidad. Mejía explicó cómo esta infraestructura permitirá multiplicar su producción de arroz, maíz y alfalfa. “Siempre soñamos con una poza, pero nunca imaginamos una de esta magnitud. Esto cambiará completamente nuestra manera de trabajar, permitiéndonos producir hasta cinco o seis veces más”, afirmó con gratitud.
El impacto de estas obras va más allá de las cifras. La disponibilidad de agua no solo garantiza mejores cosechas, sino también estabilidad para las familias agrícolas, muchas de las cuales dependen de estos cultivos para su sustento diario. En un contexto de cambio climático y desafíos para la seguridad alimentaria, la inversión en infraestructura hídrica se posiciona como una estrategia clave para la resiliencia y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales.