Un grupo delictivo armado, conocido como “Los buitres”, integrado por exintegrante de bandas criminales y exmilitares, sería el causante de los muertos (no se saben cuántos) que yacen en una fosa común al interior de un socavón en la provincia de Pataz, en la sierra de La Libertad.
«Los Buitres» actúan como una especie de fuerza de seguridad no oficial, contratada por intereses desconocidos. Su misión principal parece haber sido la de realizar un «barrido» de los socavones, ejecutando a los parqueros que ingresaban para robar minerales. Los rumores de su existencia han circulado desde hace años, pero en los últimos meses la brutalidad de sus acciones ha salido a la luz.
De acuerdo a varias fuentes policiales, estos sicarios llevan pasamontañas para ocultar su identidad y están fuertemente armados, con armas de corto y largo alcance. Según los testimonios de sobrevivientes y testigos, «Los Buitres» no solo mataban a sus víctimas a balazos, sino que previamente las torturaban. Después de ejecutarlos, arrojaban sus cuerpos a las chimeneas, que son fosas de unos 100 metros de profundidad dentro de los socavones.
Este grupo de aniquilamiento, que no se sabe a qué intereses responde, está bajo la lupa de un equipo especial de la PNP de Lima que le sigue los pasos, sobre todo a sus autores intelectuales, desde el 2021, más aún cuando acabaron con la vida de cuatro jóvenes, a quienes acribillaron después de torturarlos.
Los autores materiales de estas matanzas ya están plenamente identificados y solo están tras las pistas de las personas que los contrataron. La existencia de esta fosa común no es de ahora, sino desde antes. Se sabe que los mismos familiares de dos de las víctimas son los que han insistido para que se descubra la verdad y lo que hacían estos sicarios contratados.
El jefe de la Tercera Macro Región Policial, general PNP José Zavala Chumbiauca, confirmó la existencia de una fosa común en un socavón de Pataz, donde se presume que hay varios cuerpos de víctimas de la minería ilegal. «Se ha podido ubicar esta fosa, que es un tipo de tragaluz, y está siendo utilizada como fosa común para esconder a los muertos de enfrentamientos entre estas bandas», explicó Zavala; sin embargo, los motivos serían otros.
Este macabro hallazgo se produjo durante un operativo de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes), que logró llegar a una concesión minera previamente tomada por mineros ilegales. Allí, a unos dos o tres kilómetros bajo tierra, en una zona de difícil acceso, encontraron el forado donde se habrían arrojado los cuerpos.
Aunque por el momento solo se han podido visualizar entre dos y tres cuerpos, las autoridades temen que el número real de víctimas sea mucho mayor. La policía ha desplegado personal especializado para continuar con las labores de rescate y verificar la magnitud del hallazgo.
El expresidente de la Comisión de Energía y Minas del Consejo Regional de La Libertad, Greco Quiroz, afirmó que durante su gestión en 2019 se documentaron al menos 280 personas desaparecidas desde 2015 en la zona. Además, muchos de los desaparecidos eran trabajadores migrantes que llegaron a Pataz en busca de mejores oportunidades y cayeron en las garras de la explotación y la violencia.
