El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el empresario Guillermo Ruiz ha tomado un nuevo giro tras las declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, quien aseguró que el gobierno no solo investigará a fondo los supuestos vínculos del empresario con la organización criminal Los Pulpos, sino que, en caso de ser demandados, procederán con una contrademanda.
El conflicto surgió a raíz de una fotografía en la que Ruiz aparece junto a efectivos policiales implicados en actos ilícitos. Aunque el empresario negó cualquier relación con la banda criminal, su imagen junto a agentes investigados por corrupción ha generado suspicacias dentro del Gobierno y la opinión pública.
Ante ello, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, respaldó la posición del Ejecutivo y afirmó que no han señalado directamente a Ruiz como parte de la organización criminal. «Si el empresario va a demandar a la Policía, que lo haga, lo vamos a contrademandar nosotros por una sencilla razón: en qué momento se le ha sindicado. Nosotros no lo hemos sindicado», expresó Santiváñez.
Por su parte, el primer ministro Gustavo Adrianzén subrayó que el caso será revisado con total transparencia y que el Ejecutivo se asegurará de que las pesquisas se realicen de manera objetiva. «Si el señor Ruiz se siente afectado, está en su derecho de tomar acciones legales, pero nosotros no vamos a permitir que se desacredite la labor del Estado en la lucha contra el crimen organizado«, señaló.
El jefe del Gabinete también dejó claro que esta no es una persecución política ni mediática, sino un procedimiento dentro del marco legal. «No podemos permitir que el crimen organizado se infiltre en ninguna instancia del país, y si existen sospechas, es nuestro deber investigarlas», puntualizó.
La organización criminal Los Pulpos ha sido identificada como una de las más peligrosas en la región norte del país, con un historial de delitos que incluyen extorsión, sicariato, narcotráfico y corrupción. Investigaciones recientes han revelado cómo estos grupos han logrado infiltrarse en diferentes sectores, incluyendo la Policía Nacional y ciertos círculos empresariales.