El coronel PNP Víctor Revoredo Farfán, jefe del Grupo Especial contra la Criminalidad Nacional y Extranjera, fue denunciado por Anthony Ezequiel Gerónimo Pérez, un joven de 18 años, quien asegura haber sido víctima de una intervención indebida y abusiva por parte del alto oficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), quien suele mostrar en video a los detenidos, haciéndoles declarar cuando eso legalmente está prohibido.
Según la denuncia presentada el 31 de julio de 2024 ante la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Turno de La Libertad y la Inspectoría Regional de la PNP, Gerónimo Pérez fue detenido por Revoredo el 24 de julio bajo sospecha de estar involucrado en un caso de extorsión a una pollería en Trujillo. Sin embargo, la defensa del joven argumenta que la intervención fue irregular y que se cometieron varias violaciones a sus derechos fundamentales.
Uno de los puntos más controvertidos de la denuncia radica en la afirmación de Gerónimo Pérez de que durante su detención, Revoredo Farfán lo incriminó al supuestamente encontrar dos cartuchos de dinamita en su posesión, ocultos debajo de la pretina de su buzo. Sin embargo, la defensa del joven asegura que esta acusación es completamente falsa y que no había testigos presentes durante la intervención que pudieran corroborar la versión del coronel.
Además, la defensa también denuncia que los derechos de Gerónimo Pérez fueron vulnerados cuando Revoredo grabó un video de sus declaraciones sin la presencia de un abogado defensor, lo que contraviene los procedimientos legales establecidos. En este video, según las autoridades, Gerónimo Pérez habría confesado que le pagaban S/150 por colocar explosivos, una declaración que su defensa ha cuestionado fuertemente, alegando que fue obtenida bajo coacción.
Ante estas graves acusaciones, el coronel Revoredo ha mantenido una postura firme, negando cualquier irregularidad en su proceder y defendiendo la legitimidad de su actuación. En declaraciones a la prensa, Revoredo afirmó que asume plenamente la responsabilidad que su cargo conlleva y que no tiene nada que ocultar. “Yo no he venido acá a cuidarme”, dijo, subrayando que su objetivo es trabajar en la lucha contra la criminalidad, incluso si esto implica enfrentar procesos administrativos o legales.
Revoredo también enfatizó que, aunque el Ministerio Público ha variado la situación legal de Gerónimo Pérez, permitiendo su detención por comparecencia, el joven no ha sido eximido del delito, lo que, a su juicio, respalda la legalidad de las pruebas presentadas. “La versión que él da es una versión exprofesa”, señaló el coronel, insinuando que la defensa del joven está construida para desacreditar su trabajo y desviar la atención de los delitos que se le imputan.
