La tragedia y la violencia marcaron el último miércoles en el distrito de Casa Grande, provincia de Ascope, cuando sicarios irrumpieron en un velorio y asesinaron a un hombre que había llegado desde Lima para acompañar a su familia en un momento de duelo. Antonio Cárdenas Cóndor, la víctima de este brutal ataque, perdió la vida en circunstancias que han dejado consternados a sus familiares.
Antonio Cárdenas, un hombre de 70 años, había viajado desde Lima, junto a su esposa, María Esther Durán Quiroz, para asistir al velorio de su sobrina en el asentamiento humano 11 de Febrero, en Casa Grande. Lo que debía ser un momento de reflexión y despedida se convirtió en una pesadilla cuando, en plena madrugada, sujetos armados irrumpieron en la vivienda donde se realizaba la ceremonia religiosa y abrieron fuego sin piedad.
Los sicarios, sin mediar palabra, dispararon directamente contra Cárdenas Cóndor, sorprendiendo a los asistentes al velorio, quienes no pudieron hacer nada para detener el ataque.
De acuerdo con el testimonio de su esposa, Antonio había estado en las afueras de la casa, bajo un toldo instalado para la ceremonia, consumiendo alcohol junto con otros dolientes. En un momento dado, María Esther escuchó una serie de disparos que rompieron la calma de la madrugada. Al salir al exterior, se encontró con la desgarradora escena: su esposo yacía en el suelo, en posición cúbito ventral, herido mortalmente.
La víctima fue trasladada de emergencia al centro de salud de ESSALUD en Casa Grande, pero los esfuerzos fueron en vano. El médico de turno confirmó que Antonio Cárdenas llegó sin vida al nosocomio.
El ataque ha dejado a la familia Cárdenas en estado de shock. Según el testimonio de algunos de sus allegados, la víctima había llegado a Casa Grande solo unas horas antes del ataque, con la única intención de acompañar a sus seres queridos en este doloroso momento. La idea de que los sicarios pudieran haberse confundido de objetivo solo agrega más dolor a una tragedia ya de por sí devastadora.
«Antonio no tenía enemigos aquí, él solo vino a estar con nosotros en el velorio. Esto no tiene sentido, creemos que lo confundieron con otra persona,» señaló un familiar, aún conmocionado por los acontecimientos.
La policía ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen. Sin embargo, los familiares de Antonio Cárdenas y los residentes del asentamiento humano 11 de Febrero exigen justicia y medidas más contundentes para frenar la ola de violencia que los amenaza.
