El apacible distrito andino de Salpo, conocido como el «Balcón del Cielo», en la provincia de Otuzco, volvió a dar una lección de valentía y resistencia comunitaria. La noche del miércoles, un intento de asalto a un camión cargado con papa fue frustrado gracias a la oportuna intervención de las Rondas Campesinas, quienes ratificaron que en su tierra la delincuencia no tiene cabida.
El hecho ocurrió cerca de las 10:00 p.m., cuando un grupo de delincuentes, a bordo de un auto plateado con placa T1R-332, interceptó al camión que transitaba por el caserío Shulgón, rumbo a Trujillo. En su intento por intimidar al conductor, los hampones dispararon contra el parabrisas del vehículo. Lejos de detenerse, el chofer aceleró y logró evadir el ataque, guiado por su determinación y, quizás, por la certeza de que no estaba solo.
REACCIÓN INMEDIATA
Alertadas por los disparos y el movimiento sospechoso del vehículo, las Rondas Campesinas activaron su red de comunicación y emprendieron una intensa persecución. La reacción fue inmediata y contundente. Los delincuentes, al verse cercados, abandonaron su vehículo entre los sectores de El Horcón y El Revolcadero, internándose en la oscuridad de las laderas para huir a pie.
Los ronderos cercaron la zona y pusieron el vehículo a disposición de las autoridades. El auto quedó bajo custodia, mientras se esperan las diligencias correspondientes por parte de la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público.
MENSAJE CLARO A LA DELINCUENCIA
Este nuevo episodio demuestra una vez más que la organización comunitaria es una poderosa herramienta de defensa frente al crimen. La población de Salpo y sus caseríos ha reafirmado que su territorio es vigilado y protegido por hombres y mujeres comprometidos con la paz.
Desde las alturas del “Balcón del Cielo”, las Rondas Campesinas enviaron un mensaje claro: aquí no se rinde nadie, y la seguridad es una causa colectiva.