La tranquilidad habitual del centro poblado de Ucrumarca, en el distrito de Tayabamba, provincia de Pataz, fue violentamente interrumpida por una tragedia. Un deslizamiento de rocas ocurrido esta tarde impactó directamente sobre las instalaciones del Centro de Salud de Ucrumarca, causando la muerte de un paciente que se encontraba en tratamiento y dejando heridas a dos trabajadoras del establecimiento.
El hecho fue confirmado por el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), que detalló que el derrumbe ocurrió de manera repentina y sin que existieran alertas previas que permitieran evacuar el lugar a tiempo.

Las víctimas heridas han sido identificadas como una obstetra y una técnica de enfermería, quienes estaban cumpliendo funciones cuando las rocas cayeron sobre parte de la infraestructura del centro médico. Ambas fueron evacuadas para recibir atención de emergencia, mientras que se realiza la evaluación estructural del establecimiento para determinar si sigue siendo seguro operar en la zona.
La víctima mortal, un paciente que se encontraba dentro del centro en el momento del deslizamiento, fue alcanzado por las rocas y perdió la vida de forma inmediata. Hasta el cierre de esta nota, su identidad no ha sido revelada por las autoridades.
En una provincia marcada por la complejidad geográfica y el difícil acceso, esta tragedia vuelve a poner en evidencia los riesgos latentes que enfrentan las comunidades altoandinas frente a fenómenos geodinámicos recurrentes como los deslizamientos y derrumbes.
Las autoridades locales, junto al COER y personal del sector salud, ya se encuentran en la zona coordinando acciones para brindar atención médica a los heridos, evaluar los daños y decidir si el centro será reubicado o necesitará ser reforzado estructuralmente. También se brindará apoyo a la familia del fallecido.
Este lamentable hecho se suma a los recientes acontecimientos que han puesto a la provincia de Pataz en el ojo público nacional, en medio de emergencias por seguridad, conflictos sociales y eventos naturales. En este caso, la víctima no fue producto de la violencia, sino de una naturaleza inestable y una infraestructura que, muchas veces, no está preparada para resistirla.
Mientras los especialistas en defensa civil evalúan la zona, la comunidad exige respuestas. Porque morir dentro de un centro de salud, por causas evitables, no puede seguir siendo una fatalidad normalizada. En las alturas de Pataz, la salud no solo debe luchar contra enfermedades, sino también contra la geografía, el abandono y la imprevisión.