Alto Trujillo no se siente seguro con diques en quebrada San Idelfonso

El fantasma del desastre vuelve a rondar el distrito de Alto Trujillo. Ante la reciente alerta de lluvias emitida por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), las autoridades locales han iniciado una inspección técnica de emergencia a las principales quebradas que atraviesan y amenazan este distrito periférico del valle de Moche.

La evaluación fue encabezada por el administrador de la Municipalidad Distrital de Alto Trujillo, Joseph Cubas Tejada, junto con personal del área de Gestión de Riesgos y Desastres y representantes del Consorcio Besalco Stracon, empresa responsable de las obras ejecutadas por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN).

El objetivo del recorrido fue verificar in situ el avance y calidad de los trabajos de contención, entre ellos, los diques, canales de conducción, drenajes y estructuras de trasvase, que buscan mitigar el impacto de posibles desbordes de quebradas como San Idelfonso, San Carlos y Galindo.

“Hemos verificado los trabajos en la cadena de quebradas que podrían afectar a nuestro distrito, desde San Idelfonso hasta Galindo, pasando por San Carlos”, explicó Cubas Tejada durante la inspección. “Estamos vigilantes de que los trabajos cumplan los estándares necesarios para proteger a la población”.

Entre los avances más destacados, el funcionario mencionó la conclusión de 35 diques en San Idelfonso, 26 en San Carlos —donde se encuentra el dique más largo del país con 834 metros—, así como la instalación de cinco mallas dinámicas en Galindo, el túnel de trasvase, y el avance del tramo 1 del paquete 5 de obras del río Moche.

Además, se ha constatado el trabajo en una poza provisional, cuya finalidad es almacenar de forma temporal grandes volúmenes de agua de escorrentía para evitar su desembalse violento hacia zonas pobladas.

El riesgo es real

Alto Trujillo es una de las zonas más vulnerables, expuesta históricamente a inundaciones y deslizamientos provocados por las quebradas que descienden desde la sierra hacia el mar. Durante el fenómeno de El Niño Costero de 2017, varios sectores fueron arrasados por aluviones, dejando huellas que todavía no terminan de cicatrizar en la infraestructura y la memoria colectiva.

Hoy, con un pronóstico de lluvias para las próximas semanas, el temor se reaviva. La autoridad local ha solicitado a la población permanecer alerta, participar en los simulacros y colaborar con las acciones de prevención, especialmente en zonas de alto riesgo.

“Esperamos que todo el paquete de obras se concluya en los tiempos establecidos”, subrayó Cubas, “para evitar desastres mayores que perjudiquen a la población, especialmente de nuestro distrito, que históricamente ha sido olvidado”.

Aunque los avances son significativos, las lluvias no esperan. La pregunta persiste: ¿será suficiente lo avanzado para contener el embate del agua? Lo cierto es que Alto Trujillo se prepara como puede, entre obras que aún no culminan, estructuras recién construidas y una población que sabe que, en estas tierras, la lluvia no es solo agua: puede ser también destrucción.

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Causa Justa

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