Una seria preocupación crece entre los padres de familia del colegio El Cultural, también conocido como “El Culturalito”, ubicado en la transitada avenida Larco de Trujillo. La razón: rajaduras visibles en su infraestructura, que podrían poner en riesgo la integridad de cerca de 200 niños que estudian diariamente en este centro educativo.
Los padres han alzado la voz. Algunos de ellos han registrado en imágenes las grietas en paredes y techos, y exigen una evaluación técnica inmediata por parte de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), así como la intervención de la Fiscalía de Prevención del Delito
“Me pregunto si quizás la Municipalidad Provincial de Trujillo nos podría dar una explicación si esto es normal, un defecto de obra o si existe riesgo de vida”, expresó un padre visiblemente angustiado durante una breve manifestación organizada en los exteriores del plantel.
El colegio, que atiende clases regulares de lunes a viernes y también alberga programas de enseñanza de inglés los fines de semana, funciona con una población constante de estudiantes, muchos de ellos de nivel inicial y primaria.
La comunidad educativa teme que las grietas sean señales de debilitamiento estructural que podrían agravarse ante cualquier eventual movimiento sísmico o por el paso del tiempo, considerando que el inmueble está ubicado en una zona de alto tránsito vehicular.
La duda principal gira en torno a si las rajaduras obedecen a un defecto de construcción, falta de mantenimiento, o si representan una amenaza real e inminente. La MPT, como ente rector en defensa civil a nivel local, aún no se ha pronunciado oficialmente, lo que ha incrementado la desconfianza de los padres.
“Estamos hablando de niños. No esperemos a que ocurra una tragedia para actuar. La fiscalía también debe intervenir antes de que haya una desgracia”, señaló otra madre de familia mientras mostraba fotografías de los daños. El caso del colegio El Cultural no debe ser tomado a la ligera. En un país con antecedentes dolorosos de tragedias por infraestructura escolar deficiente, ignorar señales de advertencia puede tener consecuencias irreparables.
