Dos policías gravemente heridos fueron trasladados en helicóptero hasta Trujillo tras el feroz enfrentamiento ocurrido la madrugada del sábado en la planta procesadora de la Compañía Minera Caravelí, ubicada en Tayabamba, provincia de Pataz.
El ataque fue ejecutado por un grupo armado que intentó tomar el control del campamento minero y que dejó un saldo de al menos ocho heridos y más de 20 trabajadores retenidos momentáneamente como rehenes.
Los efectivos trasladados son el suboficial de primera José Luis Rodríguez Carhuajulca (36 años), con diagnóstico de herida por bala en el glúteo, y el suboficial de tercera Junior Guerra Barbosa, quien presenta impacto de bala en la cadera y una herida abierta en la pierna. Ambos se encuentran ahora en el Hospital de Alta Complejidad Virgen de la Puerta, en el distrito de La Esperanza, donde reciben atención especializada.

El operativo posterior al ataque ha permitido, hasta el momento, la captura de siete presuntos implicados en el asalto y la incautación de dos carabinas, armas utilizadas presuntamente durante el tiroteo. Según fuentes oficiales, se trata de integrantes de bandas vinculadas al crimen organizado, posiblemente con nexos en el tráfico ilegal de oro.
La planta Aracoto, epicentro del ataque, había sido blanco de amenazas previas. Se presume que estas incursiones buscan desestabilizar las operaciones mineras formales en beneficio de mafias dedicadas a la minería ilegal y el control territorial armado en esta parte del ande liberteño.

Según reportes del Hospital de Tayabamba, aún quedan al menos cuatro personas heridas pendientes de ser trasladadas a Trujillo, dada la gravedad de sus lesiones. Mientras tanto, las rondas campesinas se han sumado al patrullaje de la zona junto con la Policía Nacional, en busca de los delincuentes que lograron fugar por los matorrales en dirección a Monterrey.