El presidente del Directorio de Sedalib, Percy Rosario Martell, advirtió que el partido Alianza para el Progreso (APP) tiene una estrategia para tomar el control de la empresa y, en paralelo, una privatización encubierta del servicio de alcantarillado en Trujillo que irá en perjuicio de los usuarios.
Según sus declaraciones, la intervención de APP no solo estaría orientada a un control administrativo, sino que, además, se estaría llevando a cabo una campaña de desprestigio para justificar cambios en la gestión de la empresa.
Rosario Martell manifestó que ha recibido amenazas debido a su postura contra lo que considera un intento de copamiento político. “Me estoy enfrentando a poderes ocultos que quieren tomar el control de la ciudad. Quieren apoderarse de Sedalib de la peor manera. APP lo quiere tomar, hasta me han amenazado y me han dicho que me atenga a las consecuencias”, expresó el funcionario.
Según sus declaraciones, estas maniobras buscarían intervenir Sedalib y colocar a personas afines a dicho partido en los puestos de decisión. Esta situación se da en un contexto de conflictos entre el Directorio de Sedalib y autoridades locales, en particular con la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT).
Otro de los puntos que el presidente del Directorio de Sedalib denunció es la supuesta privatización encubierta del servicio de alcantarillado en Trujillo, a través de un proyecto de plantas de tratamiento financiado bajo el esquema de Inversión Pública Cofinanciada (IPC). Este plan implicaría un desembolso de más de 412 millones de euros, aunque no se ha aclarado quién asumiría su administración ni el financiamiento.
“No se sabe quién lo administrará ni quién lo financiará. Se está promoviendo este proyecto sin transparencia, sin explicar cuáles serán sus impactos reales en la tarifa de los usuarios”, enfatizó Rosario Martell.
La implementación de este tipo de inversiones bajo esquemas de asociación público-privada ha generado debates en varias ciudades del país, ya que, si bien pueden mejorar la infraestructura y modernizar los servicios, también han sido señaladas como mecanismos que facilitan la privatización sin un consenso ciudadano previo.
Otro punto de tensión se ha generado en torno a la ejecución de obras municipales en Trujillo, específicamente en la calle Chira, donde Sedalib habría advertido que las redes de alcantarillado y agua potable se encontraban deterioradas y requerían intervención antes de iniciar trabajos de asfaltado.
Según Rosario Martell, la Municipalidad Provincial de Trujillo, bajo la gestión del alcalde Mario Reyna Rodríguez, hizo caso omiso a esta advertencia y, al presentarse problemas en la infraestructura, ahora se intenta culpar a Sedalib por los retrasos y fallas en la obra. “A pesar de eso, han hecho la obra y ahora culpan a Sedalib”, puntualizó.
El burgomaestre trujillano, por su parte, manifestó públicamente su descontento con la empresa de agua potable, señalando que sus deficiencias en el servicio afectan la ejecución de proyectos municipales y la calidad de vida de los ciudadanos.
El conflicto entre Sedalib y el municipio de Trujillo no es nuevo, pero ha escalado en las últimas semanas con estas denuncias. Mientras el Directorio de Sedalib advierte sobre un intento de politización y privatización encubierta del servicio de agua y alcantarillado, las autoridades municipales insisten en que la empresa debe mejorar su capacidad operativa y no generar trabas en la ejecución de obras públicas.