Banda criminal usaba arma perteneciente a un policía en actividad

Un operativo de inteligencia de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Trujillo reveló una alarmante conexión entre la delincuencia organizada y posibles fallas en la custodia de armas del Estado.

Durante la intervención, se desarticuló a la banda criminal «La Gran Sangre de La Libertad», cuyos integrantes estaban en posesión de armas de fuego, una de las cuales pertenece a un efectivo policial en actividad destacado en Santiago de Chuco, según fuentes consultadas por Causa Justa.

La noche del 12 de enero de 2025, efectivos de la PNP llevaron a cabo una intervención en la intersección de las calles Berlín y La Habana, en Trujillo, donde capturaron a dos presuntos integrantes de la banda criminal:

Jorge Jean Pool Valverde Arzani (26), alias «Rata Chusca», señalado como el cabecilla del grupo. Eduardo Itamar Gutiérrez Varas (33), alias «Budín», supuesto miembro operativo.

Ambos sujetos, según fuentes policiales, planeaban desplazarse hacia la zona de El Alambre para ejecutar ilícitos como sicariato, extorsión y robo a mano armada. La intervención permitió neutralizar estas intenciones y dejar al descubierto un dato perturbador: una de las armas incautadas estaba registrada a nombre de un efectivo policial activo.

Entre las especies confiscadas durante el operativo se encuentran: Una pistola marca Glock, calibre 9mm, con su serie erradicada, operativa y abastecida con tres municiones. Una pistola marca Taurus, calibre 380, con serie KEP01037, abastecida con cinco municiones. Una de ellas pertenecería a un policía en servicio activo de Santiago de Chuco.

Además, se encontraron explosivos, incluyendo una emulsión semigelatinosa con las inscripciones FAMESA EXPLOSIVOS, EMULNOR 3000, y un artefacto explosivo improvisado. Estos elementos evidencian la capacidad logística y la peligrosidad de la organización criminal.

La aparición de un arma registrada a nombre de un policía en actividad ha generado serias interrogantes. Según las primeras indagaciones, no hay evidencia de que el efectivo haya denunciado la pérdida o robo del arma, lo que podría indicar negligencia o, en el peor de los casos, una posible complicidad. Este hallazgo será investigado por las autoridades competentes para determinar cómo el arma terminó en manos de los delincuentes.

El uso de armas del Estado por parte de bandas criminales no solo pone en entredicho la seguridad de los arsenales policiales, sino también la confianza en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía. Este caso reaviva la necesidad de revisar los protocolos de custodia y reporte de armas en las fuerzas del orden.

Los detenidos fueron trasladados al Complejo Policial Capitán Alcides Vigo Hurtado para continuar con las investigaciones. Paralelamente, se ha iniciado una auditoría interna en la Policía Nacional para esclarecer las circunstancias que permitieron que un arma oficial cayera en manos de esta organización.

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