La mañana del jueves 3 de abril volvió a teñirse de tensión en el distrito de Laredo, provincia de Trujillo, cuando se reportó el hallazgo de un artefacto explosivo en el frontis de una vivienda ubicada en la urbanización Valle Sol, IV etapa.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 9:30 a. m. y fue comunicado de inmediato a través de la Central de Emergencias. Al llegar al inmueble situado en la Av. Colonia, manzana I, lote 41, los agentes encontraron una bolsa de plástico negra colocada estratégicamente en la vereda, junto a la puerta de ingreso de la vivienda. En su interior, se hallaba un cartucho de dinamita sin detonar y un sobre de manila color amarillo, presuntamente con amenazas escritas.
El propietario de la vivienda, C.S.G.G., de 36 años, relató que nunca antes había sido víctima de extorsión ni había recibido amenazas previas. El hallazgo lo tomó completamente por sorpresa. «Es la primera vez que me pasa algo así. No tengo problemas con nadie, ni he recibido llamadas extrañas. Solo quiero seguridad para mi familia», declaró visiblemente alterado.
Tras acordonar la zona, la Policía comunicó de inmediato el hecho a la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX), que se desplazó hasta el lugar para asegurar el artefacto y verificar su letalidad. Según los primeros reportes, se trataría de dinamita de uso minero, similar a la utilizada en otros casos recientes de extorsión en la región.
Este incidente ocurre en un contexto donde los casos de amenazas con explosivos, muchas veces vinculados a mafias extorsivas, han aumentado dramáticamente en La Libertad. En lo que va del año, decenas de viviendas y negocios han sido blanco de este tipo de intimidaciones, y en algunos casos los artefactos sí han sido detonados, causando daños materiales y lesiones a civiles.
La Fiscalía ha tomado el caso para iniciar las diligencias correspondientes y determinar si este atentado frustrado está vinculado con alguna red delictiva operando en Trujillo o Laredo. Asimismo, la policía ha solicitado acceso a cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables del amedrentamiento.
Mientras tanto, los vecinos de Valle Sol han expresado su preocupación por la creciente sensación de inseguridad. «Estamos aterrados. Aquí hay muchas familias con niños pequeños. No es justo vivir con miedo todos los días», comentó una moradora del sector.
Con este nuevo caso, se pone en evidencia la urgencia de fortalecer el patrullaje preventivo, el trabajo de inteligencia y las acciones coordinadas entre la Policía, el Ministerio Público y las autoridades municipales, para frenar el avance del crimen organizado y devolverle la paz a la población.