El horror no terminó con el asesinato. A solo días del acribillamiento de Nolberto Vásquez Espinoza (71) y su hijo Jonny Bernardo Vásquez Castañeda (45) en el sector La Soledad, en el distrito de Chicama, la familia de las víctimas ha vuelto a ser blanco de amenazas. Sicarios —los mismos que habrían ejecutado el crimen— les exigen ahora la suma de 50 mil soles, bajo amenaza directa de asesinar a más integrantes del entorno familiar.
El viernes 21 de marzo, padre e hijo fueron emboscados a plena luz del día mientras supervisaban trabajos de nivelación para la futura construcción de un condominio. Nolberto recibió 17 impactos de bala; Jonny, 10. Ambos cayeron sin posibilidad de defenderse. Eran conocidos en la zona por sus inversiones inmobiliarias. Y también, según se ha confirmado, eran víctimas de una extorsión que empezó semanas atrás.
UNA AMENAZA QUE PERSISTE
Lejos de cerrar el capítulo, los extorsionadores han reactivado el chantaje, esta vez contra los familiares de las víctimas. A través de mensajes enviados por WhatsApp, exigen 50 mil soles y lanzan advertencias directas: “Mira para que veas que no estamos jugando. Somos una banda organizada. Ahora queremos 50 mil soles. Sino, vamos a atentar contra toda tu familia… plata o plomo”.
La amenaza no deja dudas: el crimen fue un mensaje, y las muertes podrían continuar si no se cumple con lo exigido. La familia se encuentra aterrada. En medio del duelo, han optado por reducir su exposición pública, mientras exigen justicia a las autoridades.
El caso está siendo investigado por el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) Paiján, pero hasta el momento no se han informado avances concretos sobre la identificación de los autores materiales e intelectuales del doble homicidio.
Mientras tanto, los vecinos del sector La Soledad y la comunidad de Chicama viven entre la indignación y el miedo. “Estamos viendo cómo los sicarios actúan impunemente. Hoy fueron ellos. Mañana, cualquiera puede ser víctima”, dijo uno de los moradores.
La indignación también ha alcanzado al gobierno central. Mientras la presidenta Dina Boluarte se pronunciaba con firmeza sobre otros temas, la opinión pública cuestionaba la falta de acciones frente al avance del crimen organizado. “Ojalá alguien defendiera a las familias de las víctimas con la misma pasión con la que se defienden otros intereses”, fue el comentario más compartido en redes sociales.
Los familiares de Nolberto y Jonny Vásquez exigen justicia, pero también protección. Han perdido a dos de los suyos y temen por lo que pueda ocurrir en los próximos días. “El Estado debe garantizar nuestra seguridad. No podemos seguir viviendo con miedo. Queremos justicia y paz”, clamaron entre lágrimas.