Las artes visuales se resisten a desaparecer

Rosa Benites

Artista plástica y gestora cultural

¿Cuántos años han pasado desde el último gran acontecimiento en artes visuales contemporáneas que puso a Trujillo en la mira nacional? Durante los años 2017 y 2018 se realizaron los Encuentros Nacionales de Artes Visuales (ENAVT). En ellos participaron diversos artistas visuales de variada orientación y de múltiple ejecución. Con esto se incentivó el trabajo de los artistas visuales de nuestro país, se creó nuevos públicos y generó una dinámica en la ciudad alrededor del arte y la cultura. Permitió que cientos de ciudadanos disfrutaran de exposiciones, talleres, seminarios, intervenciones artísticas, conversatorios y demás actividades relacionadas a las artes visuales, cuyo ingreso fue completamente libre.

De esta manera, el arte estuvo al alcance de la mayoría, poniendo en alto grado la dimensión creativa del ser humano. Se hizo esto, teniendo en cuenta que el arte es una experiencia humana totalizadora; es decir aborda todas las dimensiones: psicológica, corporal, cognoscitiva, volitiva, afectiva y pasional, y convencidos, de que a través de estas expresiones se educa, transforma, apasiona, y despierta niveles escondidos. Sin embargo, y a pesar de su poder, reconocido unánimemente a lo largo de la historia por filósofos, pensadores de variada orientación y por los mismos artistas, existe cierta disconformidad en cuanto a los procesos en que se desarrollan las artes visuales en Trujillo.

UNA ODA AL ARTE. Otro evento que tuvo bastante impacto fue el Encuentro Nacional de Artes Visuales de Trujillo ((2017-2018).
 

La producción del artista es activa y va en su propia búsqueda, pero nos encontramos con un sistema culturaladverso a esta producción que pasa, en primer lugar, por los escasos espacios que promueven y difunden las expresiones de las artes visuales, seguido por un deficiente y casi nulo manejo en materia de políticas culturales desde lo oficial que favorezcan y fomenten prácticas artísticas contemporáneas o que, en el mejor de los casos, permita otorgar visibilidad a la producción que se gestiona en este campo.

Es así que, para que una ciudad sea considerada como óptima para el desarrollo de las prácticas artísticas, debe contar con varios factores que lo propicien. Uno de los principales es un mercado que permita la adquisición de las obras de arte, y así el artista trabaje en su propio proceso creativo. Asimismo, equipamientos culturales de calidad, públicos o privados: museos de arte, centros culturales, galerías de arte de carácter comercial y no comercial, espacios de fomento, investigación, y documentación. No está exenta la teoría, la crítica de arte y curaduría, desarrolladas por especialistas, así como los muy necesarios fondos editoriales, intercambios, becas y residentados, bienales, ferias nacionales o internacionales, entre otras actividades. Todo este engranaje cultural permitiría que las obras sean conocidas, difundidas, valoradas y adquiridas, permitiendo la institucionalidad y la profesionalización de las artes visuales.

PASÓ AL OLVIDO. El “Concurso de Pintura al Aire Libre”, realizado en el 2017.
 

En consecuencia, Trujillo, prolífica en artistas de distintas ramas y con una tradición cultural muy fuerte en el Perú, adolece de casi todos los aspectos mencionados. Eso ha permitido la necesidad de autogestión de colectivos, agrupaciones, instituciones y espacios alternativos que trabajan en variadas actividades en estos últimos años o con propuestas, muy escasas, desde el sector público, como las comentadas. Cierto es también que estos esfuerzos han sido, y a la fecha lo son, aislados, y muchos de ellos interrumpidos casi después de su nacimiento. Sin embargo, contribuyen a que se conozcan otras formas de hacer y gestionar las artes visuales. Ejemplo de esto, lo tuvimos este último fin de semana a través del Encuentro Internacional de Fotografía VER/VOIR Trujillo 2022, festival que se realizó durante cuatro días, organizado por la Red de Alianzas Francesas de Trujillo, Chiclayo y Piura.

El encuentro del norte reunió la mirada de fotógrafos peruanos, latinoamericanos y europeos, junto con la de distintos especialistas vinculados a la industria nacional e internacional de la fotografía. Allí se ofreció capacitación, creación artística y espacios de trabajo en diversos formatos, así también, distintas mesas de trabajo, exposiciones, clases maestras, talleres, conversatorios, conferencias, y revisión de portafolios, lo que permitió abordar y debatir acerca de los distintos aspectos de la práctica fotográfica y curatorial, los procesos creativos, así como el fotoperiodismo y documentalismo.

ENCUENTRO. Recién se realizó Encuentro Internacional de Fotografía VER/VOIR.

Estamos convencidos, entonces, de que la gestión de las artes visuales en la región es un largo camino de persistencia, que permite apreciar y compartir el papel transformador que el arte tiene en nuestra sociedad. Y esto lo visibilizamos en la reflexión que se suscita al acercarnos a la experiencia de una imagen fotográfica, que retrata y narra, los catastróficos sucesos históricos, políticos y sociales, también el del disfrute estético y en la apropiación e identificación en ellas. En sociedades como la nuestra en constante cambio y cuyas diversas circunstancias descritas, han derivado en desconcierto ante lo porvenir, el camino que trazan las artes es uno que, inequívocamente, mantiene nuestro pensamiento crítico y variará sustancialmente nuestra percepción y nuestro modo de ver el mundo.

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