La tensión entre autoridades municipales y organizaciones comunales ha alcanzado un nuevo punto crítico en la sierra de La Libertad. El gerente municipal del distrito de Chilia, Gilber Ramos Paredes, fue retenido por integrantes de las rondas campesinas, quienes lo acusan de no rendir cuentas claras sobre los viáticos utilizados durante su gestión y exigen explicaciones por sus constantes desplazamientos sin justificación oficial.
El incidente fue reportado por la Policía Nacional del Perú la tarde del sábado 6 de abril, cuando se conoció que Ramos Paredes habría sido trasladado hasta la base de la ronda campesina del anexo Nueva Delicia, donde estaría bajo custodia de los ronderos. Según la información recabada por los agentes, el funcionario no se encontraba en la central principal de las rondas en Chilia, pero su retención fue confirmada por el presidente de la organización comunal, Orlando Velásquez Aburto, en una reunión con cerca de 60 personas presentes, entre hombres y mujeres del distrito.
Los efectivos policiales, acompañados del subprefecto de Chilia, se trasladaron a la sede central de las rondas con la intención de constatar la situación y salvaguardar la integridad del funcionario. Sin embargo, debido a la falta de logística y accesibilidad a la zona de Nueva Delicia, no lograron verificar en persona el estado ni el paradero exacto de Ramos Paredes.
El líder rondero declaró que la decisión de retener al funcionario responde a reiteradas solicitudes de información no respondidas por parte de la municipalidad.
Este episodio revela una creciente desconfianza entre las organizaciones comunales y las autoridades locales, en un contexto donde las rondas campesinas no solo cumplen funciones de vigilancia rural, sino que también asumen un rol activo en el control ciudadano sobre el uso de recursos públicos. En varias regiones andinas del país, estos organismos autónomos han sido históricamente reconocidos por la ley como actores legítimos en la solución de conflictos y la administración de justicia comunal.
Hasta el momento, la Municipalidad Distrital de Chilia no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el hecho, mientras que los familiares del gerente municipal no han brindado declaraciones públicas. Por su parte, la Policía ha informado que continuará con las diligencias correspondientes para garantizar la integridad física del funcionario y promover una solución pacífica.
