En medio de un escenario desolador, la provincia de Pataz en la sierra de La Libertad se convierte una vez más en testigo de la audacia del crimen organizado. Un grupo de delincuentes, fuertemente armados y equipados con explosivos, ha logrado tomar por asalto un socavón perteneciente a la minera Santa Bárbara de Trujillo S.A.C., sumiendo en un auténtico infierno a la tranquila localidad.
La osadía del crimen organizado alcanzó nuevos límites en Pataz, cuando delincuentes armados hasta los dientes ingresaron a la fuerza al socavón «Karol G» de la empresa minera Santa Bárbara. El asalto se caracterizó por su violencia extrema y el uso de explosivos, generando un escenario caótico que estremeció a la comunidad minera y a las autoridades locales.
La Policía Nacional, alertada por Jackson Guizabalo Correa, jefe de mina de Santa Bárbara, se desplazó hasta el lugar en compañía de las autoridades locales para llevar a cabo una constatación policial. Sin embargo, lo que esperaban como una intervención rutinaria se transformó en una pesadilla. En medio de la constatación, resonaron disparos y explosiones de dinamita, sembrando el pánico y exponiendo la vulnerabilidad de quienes buscaban mantener el orden.
El socavón «Karol G» se convirtió en un escenario de guerra, donde el ruido de las detonaciones y el humo de la dinamita envolvían a quienes intentaban restablecer el control. La presencia de mineros ilegales, provenientes de la comunidad de Llampao, desató el conflicto. Su objetivo: sustraer mineral aurífero y bloquear los accesos, desafiando abiertamente a la empresa minera y a las fuerzas del orden.
El riesgo inminente para la integridad de todas las personas presentes llevó a que el personal policial y las autoridades locales tomaran la decisión de retirarse del lugar. La imagen de individuos de sexo masculino, en plena actividad de extracción de mineral aurífero en una zona bajo la concesión de Santa Bárbara, confirmaba el atrevimiento de la banda delictiva.
Ante la gravedad de la situación, se comunicó de inmediato al Representante del Ministerio Público para que tome las medidas necesarias y continúe con las diligencias pertinentes.
En Pataz, la lucha contra la delincuencia y la minería ilegal se intensifica, pero cada enfrentamiento revela las complejidades y desafíos a los que se enfrentan las autoridades para proteger a la población y preservar la seguridad en la región. La minera Santa Bárbara de Trujillo se suma a la lista de empresas que, en medio de este escenario hostil, buscan mantenerse a flote frente a la amenaza constante del crimen organizado.
