Un nuevo y brutal capítulo de la violencia que asfixia a la región La Libertad se escribió este fin de semana. El empresario Nolberto Vásquez Espinoza (71) y su hijo, el abogado Jonny Bernardo Vásquez Castañeda (43), fueron asesinados a balazos en el kilómetro 593 de la carretera Panamericana Norte, sector La Soledad, en Chicama, en la provincia de Ascope.
Ambos habían recibido amenazas extorsivas semanas antes y se habían negado a pagar. El doble crimen se produjo el viernes 21 de marzo cerca del mediodía, cuando padre e hijo se encontraban inspeccionando un terreno donde planeaban construir un condominio. Fue ahí donde dos sujetos armados descendieron de un vehículo y abrieron fuego sin piedad.
Según fuentes policiales y familiares, a Nolberto Vásquez le dispararon diecisiete veces. Su hijo Jonny recibió diez impactos de bala. Sus cuerpos quedaron tendidos a un costado de la vía, junto al cerro Cabezón, con señales claras de ejecución. La Policía Nacional llegó al lugar horas después junto a peritos especializados, tras recibir la denuncia de los pobladores. El retraso en el reporte del crimen, según fuentes oficiales, se debió a problemas con el acceso a internet en la zona.
Ambos empresarios eran conocidos en la zona por su trabajo en el rubro inmobiliario. Llevaban adelante proyectos de construcción en diversos puntos de la provincia de Ascope, pero en los últimos días su familia había recibido amenazas cada vez más insistentes. Inicialmente, la banda extorsiva exigía la exorbitante suma de dos millones de soles para permitirles continuar con sus obras. Luego, el monto bajó hasta los cincuenta mil soles. Pero ellos no cedieron.
“Mi padre siempre dijo que no le iba a pagar ni un sol a esos delincuentes. Y ahora están muertos”, declaró un familiar que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias. “Las amenazas comenzaron hace casi un mes. Pensamos que solo era intimidación, pero nunca imagiEmpresario y su hijo son ejecutados por negarse a pagar extorsiónnamos esto”, agregó.
El coronel PNP Johnny Huamán, jefe de la División de Investigación Criminal (DIVINCRI), confirmó que ambas víctimas fueron ejecutadas con armas de fuego y que el caso ya está en manos de una unidad especializada. “Estamos cruzando información con otros casos de extorsión en la zona. Este crimen tiene el sello de una organización criminal que actúa con impunidad”, sostuvo el alto oficial.
Tanto Nolberto como Jonny Vásquez tenían antecedentes policiales. El primero por el presunto delito de usurpación, mientras que su hijo registraba antecedentes por violación a la intimidad. A pesar de ello, nada justificaba el salvaje acto perpetrado contra ellos.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue central de Trujillo para las pericias forenses correspondientes. La Fiscalía Provincial Penal de Ascope ha asumido la investigación, mientras los familiares exigen justicia y protección.
El crimen ha generado consternación en el gremio empresarial de Chicama, donde la extorsión se ha vuelto moneda corriente. En lo que va del 2025, la región La Libertad ha registrado más de 70 homicidios, muchos de ellos con características similares: asesinatos selectivos por sicarios contratados por mafias dedicadas al cobro de cupos.