Con la misma pasión con la que ha interpretado a personajes complejos y entrañables en la televisión peruana, Daniela Sarfati ahora encarna una nueva causa: la defensa de los animales.
Esta vez, no desde un set de grabación, sino como rostro visible de la campaña #SinIngredientesCrueles, impulsada por la organización Compromiso Verde. El objetivo: denunciar las condiciones de vida de más de 29 millones de gallinas enjauladas que abastecen la mayoría de los huevos que se consumen en el país.

“No es mi historia, pero sí la de millones de gallinas en el Perú”, narra Sarfati en el video central de la campaña. A través de imágenes impactantes, pero necesarias, la actriz cuenta cómo estas aves son confinadas en jaulas diminutas, sin espacio para extender sus alas, sin acceso al sol ni la posibilidad de comportarse de forma natural. El mensaje es directo: lo que hay detrás de un huevo barato es un sistema de producción intensivo y cruel.
“Vivimos en un mundo donde cada elección importa. Lo que compramos, lo que comemos, lo que exigimos. Elegir huevos libres de jaula no es solo una tendencia, es una forma de asumir responsabilidad por el sufrimiento animal que se esconde detrás de la industria alimentaria”, explica Sandra Lopes, directora ejecutiva de Compromiso Verde. Para la organización, esta campaña no solo se trata de visibilizar una problemática, sino de cambiar mentalidades y abrir caminos hacia una producción más ética y sostenible.
La propuesta es clara: invitar a los consumidores peruanos a informarse, a leer las etiquetas, a preguntar en restaurantes y supermercados si los huevos que consumen provienen de gallinas en libertad. Existen opciones identificables, como los productos con sellos de “Certified Humane” o “gallinas felices”, que garantizan condiciones de vida más dignas para las aves, incluyendo espacio para moverse y acceso a la luz natural.
La campaña no está sola. Forma parte de una corriente global que ya ha logrado compromisos de más de 2,600 empresas en el mundo —entre ellas Nestlé, Unilever, Barilla y Sodexo— para eliminar gradualmente los huevos de gallinas enjauladas de sus cadenas de suministro. Estos avances han sido impulsados por consumidores informados y por organizaciones como Compromiso Verde, que forman parte de la coalición internacional Open Wing Alliance, dedicada a erradicar las prácticas más crueles de la industria alimentaria.
En el Perú, la conciencia sobre el bienestar animal va en aumento. Cada vez más ciudadanos se interesan por el origen de lo que consumen y por el impacto ambiental y ético de sus decisiones. Sin embargo, aún falta mucho por hacer: la mayoría de las granjas productoras de huevos en el país siguen utilizando sistemas de jaulas en batería, una práctica que ha sido prohibida o regulada en varias partes del mundo por su carácter inhumano.
“El cambio comienza con una pregunta: ¿de dónde viene lo que como?”, señala Daniela Sarfati. La actriz se muestra convencida de que la voz del consumidor puede presionar a las grandes cadenas y supermercados a transformar su oferta hacia opciones más responsables. “No es necesario ser activista o vegano. Basta con elegir diferente y exigir transparencia”, añade.
Además de informar y sensibilizar, la campaña busca también comprometer a empresas del sector gastronómico y hotelero a migrar hacia un modelo de abastecimiento libre de jaulas, incorporando estándares más elevados de bienestar animal. Para ello, Compromiso Verde trabaja directamente con chefs, gerentes y proveedores, generando herramientas y estrategias para avanzar hacia un modelo más justo para todos los seres vivos involucrados en la cadena alimentaria.
Detrás de cada huevo que llega a la mesa de los peruanos, hay una historia. Y no siempre es una historia feliz. Pero gracias a campañas como esta, el país comienza a abrir los ojos. Tal vez aún falte camino para que todos los productos sean libres de crueldad, pero ya hay pasos importantes dados. Daniela Sarfati y Compromiso Verde nos lo recuerdan: el futuro puede ser más ético, más empático, más libre… si así lo elegimos.