Gabriel Howard Correa nunca imaginó que a sus 20 años iba a vivir una terrible pesadilla. Una de aquellas en la que aún no puede despertar, que lo consume a diario, a través de señalamientos de personas que han empezado a dudar de su accionar a pesar de que proviene de una reconocida familia del distrito de Guadalupe (Pacasmayo), en la que siempre ha primado el respeto y la honestidad hacia los demás. El daño es irreparable.
La tranquilidad del joven estudiante universitario se vio perturbada hace una semana, el lunes pasado, en horas de la noche, cuando junto a su madre Alix Correa Noriega se sentó en la sala de su casa para a través de un noticiero televisivo enterarse del acontecer diario.
¿Gerente de empresa?
Todo transcurría con normalidad hasta que de pronto su fotografía, a todo color, apareció en la pantalla del televisor. La reportera relataba, y con mucho énfasis, de que él formaba parte de una organización criminal dedicada a la estafa con el cuento de la venta de oxígeno para pacientes con coronavirus.
De acuerdo a la nota periodística, el joven estudiante de la carrera de Administración de Empresas de la sede de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), en el valle Jequetepeque, supuestamente era parte de esta mafia que ya había cobrado víctimas a nivel nacional. En el reporte, Gabriel Howard Correa era sindicado como el gerente de la supuesta empresa de oxígeno que ofertaba el producto y dueño de la cuenta bancaria a la cual le depositaron el dinero, hecho que el universitario niega contundentemente. Al parecer, a Gabriel le habrían clonado la tarjeta.
“Hace aproximadamente un mes y medio se me acercó una señora, por inmediación del Banco de Crédito de Guadalupe, y me dijo que el cajero le había retenido su tarjeta y que por favor le preste su número para que le hagan depósito, que era urgente, que su familiar tenía Covid y necesitaba el dinero con urgencia, razón por la que accedí de favor, nunca más volvió a ver a la señora, quien era de tez blanca, delgada y cabello ondulado”, refirió Gabriel, quien trabaja en una empresa envasadora de alimentos para poder solventar sus estudios.
En una cuenta que han abierto a su nombre se llegó a depositar hasta 16 mil soles, transferido por cerca de diez personas que tenían familiares enfermos con Covid y que necesitaban oxígeno con suma urgencia. Se supo que al respecto hay una investigación abierta en la Sección de Estafas de la División de Investigación Criminal de Lima y una serie de agraviados de esta organización criminal.
La madre del universitario guadalupano está desesperada por toda esta situación y pide que de manera urgente se establezca una solución para que no se siga perjudicando la imagen de su hijo. “Mi hijo no pertenece a ninguna organización criminal, él estudia y trabaja y nunca ha recibido ni un sol. Estamos a la espera que a la brevedad se le notifique para ejercer su derecho de defensa y no se mancilla su honor mediante prensa nacional. Él está dispuesto a responder porque somos personas honradas”, refirió Alix Correa Noriega, quien es una profesora en ejercicio.
Más perjudicados
En el valle Jequetepeque (Chepén y Pacasmayo) se ha encendido las alarmas con respecto a este asunto, pues se teme que esta organización criminal tendría su centro de operaciones en estas zonas y habría utilizado el nombre y cuentas bancarias de pobladores de estas provincias para sus fines ilícitos. La Sección de Estafas de la División de Investigación Criminal de Lima está rastreando a unas diez personas que formarían parte de esta mafia que ha estafado a nivel nacional.
Eduarvic la Rosa Espinoza
Abogado de universitario
“Afecta su honor”
“La imputación de ser integrante de una organización criminal es un título que menoscaba no sólo el honor, sino, además el proyecto de vida de este joven. Los medios de comunicación deben ser más cautelosos al momento de exponer los nombres de ciudadanos en prensa nacional, mínimamente esta información debe ser corroborada y contrastada con la declaración del involucrado, situación que no existe en el presente caso”.
