La violencia y la extorsión siguen sembrando el miedo en La Libertad. La noche del lunes 17 de marzo, una familia residente en el sector Palmeras, en Molino Cajanleque – Chocope, fue víctima de un atentado perpetrado por presuntos extorsionadores. Dos disparos de arma de fuego impactaron en la puerta y ventana de su vivienda, generando pánico entre los habitantes del inmueble.
Según la denuncia interpuesta por J.S.L.R. (65) en la Comisaría de Chocope, los hechos ocurrieron aproximadamente a las 22:30 horas, cuando sus hermanos E.L.R. (79) y J.L.R. (72) descansaban dentro de la casa. Fue entonces cuando escucharon las detonaciones y, al salir a revisar lo sucedido, encontraron una bolsa con un manuscrito extorsivo.
El denunciante precisó que las amenazas no solo van dirigidas a sus hermanos, sino también a su hermana V.L.R., quien es la propietaria del inmueble atacado y reside en Trujillo.
Las autoridades han señalado que este tipo de atentados son una de las estrategias recurrentes utilizadas por bandas criminales dedicadas a la extorsión, con el objetivo de infundir miedo y presionar a sus víctimas para que accedan a sus exigencias económicas.
Tras la denuncia, se dio aviso inmediato al Representante del Ministerio Público y al personal de la División de Investigación Criminal (DEPINCRI) Paiján, quienes han asumido las diligencias para identificar a los responsables y determinar la naturaleza de las amenazas.
Peritos de criminalística llegaron al lugar para analizar los impactos de bala y recoger posibles pruebas que ayuden a esclarecer el hecho. También se tomará en cuenta el contenido del manuscrito extorsivo para rastrear posibles vínculos con organizaciones delictivas que operan en la provincia de Ascope y otras zonas de La Libertad.
Este ataque se suma a la creciente ola de violencia que azota la región. En los últimos meses, la extorsión se ha convertido en una de las modalidades delictivas más frecuentes, afectando a comerciantes, empresarios, transportistas y familias, quienes viven bajo el constante temor de represalias.
El uso de armas de fuego para presionar a las víctimas es una práctica común entre estas bandas criminales, lo que evidencia la facilidad con la que acceden a armamento y la impunidad con la que operan.
Los residentes de Chocope han manifestado su preocupación ante la falta de acciones contundentes para frenar la delincuencia en la zona. “Nos sentimos desprotegidos. La extorsión está fuera de control y las autoridades deben hacer algo antes de que haya más víctimas”, expresó un vecino del sector Palmeras.